El éxito de las bebidas con pocas calorías

Las bebidas con pocas calorías se han puesto de moda. Sin embargo, no es una tendencia como muchas otras, sino que viene precedida de una mayor preocupación por la salud, así como por campañas de sensibilización sobre lo poco beneficioso que resulta el azúcar añadido en grandes cantidades que se puede consumir fácilmente a sorbos. De hecho, si bien todo empezó con el bajo en azúcar, hoy la tesis de este tipo de productos va mucho más allá e incluye fórmulas que apuestan por eliminar artificios innecesarios.

Bebidas light, bajas en azúcar y bajas en calorías: no te líes con los nombres

Aunque el márketing haya conseguido un imposible a base de normativas que protegen al consumidor como el hecho de utilizar etiquetas cada vez más claras, lo cierto es que no siempre ha sido así. De hecho, hubo una época en la que era complicado distinguir qué tipo de contenido había dentro de aquellas bebidas con pocas calorías, o más bien, de dónde se estaban restando las mismas.

Aquellas bebidas bajas en calorías solían etiquetarse en sus inicios con hasta tres adjetivos: light, bajas en azúcar y bajas en calorías:

  • Las bebidas light. Fueron de las primeras en encontrarse con una regulación, dado que con aquella tendencia de usar la etiqueta light, había demasiadas cosas que estaban confundiendo al consumidor que no se paraba a leer la letra pequeña. Así, se llegó a concluir que para poder incluirla en cualquier envase, debía registrarse como mínimo un 33% menos de grasas, azúcares o calorías, aunque en varios mercados la norma fue mucho más estricta.
  • Las bebidas bajas en azúcar. Parece sencillo. Cuando ves esto, estás adquiriendo un producto que es bajo en azúcar y que, por lo tanto, tiene menos azúcares que otros. Sin embargo, ¿cuánto menos? Precisamente por la falta de una tabla comparativa estandarizada, el adjetivo en sí no aportaba demasiado antes de la llegada del semáforo nutricional actual, y de las exigencias en cuanto a tablas de nutrientes que hoy en día llevan por norma todos los productos alimenticios del mercado.
  • Las bebidas bajas en calorías. Algo parecido a lo que comentábamos del azúcar. En realidad, en el mercado actual, más allá de explicar esta información con mucho más rigor y permitiendo indagar en los detalles en el reverso del producto, son pocos los fabricantes que se quedan con la etiqueta inicial en la que se apostaba únicamente por un contenido llamativo, frente a una realidad de un producto que realmente fuese más saludable.

Bebidas bajas en calorías y con un mejor perfil nutricional

Partiendo de la base de que la mejor bebida recomendada por salud, y que es además una bebida baja en calorías por excelencia sería el agua, habría que plantearse que muchos de los ingredientes que se añaden a los procesos de elaboración no solo no aportan nada, sino que son perjudiciales. No pretendemos decir que seguir al pie de la letra una dieta saludable debería excluir todo lo que no fuese agua, pero sí que hay que moderar el consumo de todo aquello que no hidrata de la misma manera. En resumen, beber el agua necesaria sin sustituirla por otro tipo de bebidas.

Pero…. ¿qué pasa con bebidas como el vino o la cerveza? Es probable que sepas que en muchas dietas como la mediterránea, forman parte de las comidas habituales. Incluso hay estudios que con un consumo moderado tienen efectos beneficiosos. En realidad, aquí la explicación es que pese a que son bebidas alcohólicas, sus procesos de elaboración resultan mucho menos procesada frente a aquellas que tienen un contenido mayor en alcohol, así como una reducción notable de componentes añadidos en dicho proceso.

Y….¿si no te gusta ni la cerveza ni el vino? Pues quizás sea una buena oportunidad para probar productos novedosos que se incluyen en esas categorías de bajos en alcohol y en calorías y cuyo proceso de elaboración es natural como en el vino o la cerveza. Nosotros queremos presentarte a nuestro producto estrella: Copaboca Seltzer.

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